Estimado Daniel,
Al llegar a Terrace desde Vancouver, después de muchas horas de vuelo y varias conexiones, en el aeropuerto, me estaba esperando Chad, quién me llevo al Lodge donde me encontré con el resto del grupo.
El lodge bastante bien, con habitaciones cómodas y una preciosa vista al río Skeena.
El primer día de pesca, fuimos con Jeff, nuestro guía, al río Cooper. Debido a la lluvia, se habían generado condiciones en el río un poco complicadas. Agua muy turbia y con muy poca visibilidad. A pesar de eso logré pescar mi primera Steelhead de aproximadamente 4 kilos y 1/2 kilos y posteriormente sacamos, ambos con Raúl un Salmón Coho cada uno. Eso fue todo el primer día. Además, cuando veníamos de regreso, para colmo, se nos reventó una goma de la camioneta, en el peor momento de lluvia del día. La verdad, ese día quedamos un poco defraudados con Raúl.
Afortunadamente, los días siguientes fueron una maravilla. El río Skeena es precioso, tanto por sus paisajes, su pesca y lo cómodo de vadear y pescar en el.
Desayunabamos a las 6:30 y nos preparábamos nuestro lunch. A las 7 AM, saliamos con Dustin Kovacevic, el Head Guide, Daniel y Raúl, en una lancha, para ubicar los mejores spots. Dustin, un guía fantástico, muy profesional entretenido y atento.
Los días que siguieron, pescamos cantidades de Salmones Pinks, de 1 a 3 kilos, allí, Raúl logró sacar su primera Steelhead con caña Spey. Salieron también varios Salmones Cohos de buen tamaño, los que dan una lucha formidable, son peces muy rápidos y poderosos.
Es formidable estar pescando en un paisaje tan hermoso y ver pasarse tranquilamente frente a tí, en la rivera opuesta, a 80 mts. un oso negro. Compartimos el paisaje con varios animales salvajes. Vimos también muchas Aguilas Calvas y las huellas de lobos y osos en muchas partes.
Los días siguientes fueron similares en la pesca, recorriendo otros lugares del Skeena, siempre predominando en cantidad los Pinks y los Coho. Mi mejor captura fue el último día, con un Coho de 7 1/2 kilos, todo un récord para mí.
Las llegadas al lodge en las tardes, ya cansados después de tanta pesca, eran un relajo, nos estaban esperando las sras. con un trago y un picadillo, para después pasar a cenar. Las cenas de primer nivel y el ambiente muy grato y acogedor, tanto del staff como de los compañeros de pesca y sus señoras.
Espero poder repetir esta linda experiencia el próximo año.
Un gran abrazo!
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